Valle de Marimanya, Refugio de Montgarri

En el Valle de Arán siempre vivimos con mucha expectación la llegada del invierno, el otoño llega a su fin, los días cada vez mas cortos y fríos, llueve, hace ya días que no sale el sol… y un buen día, al abrir la ventana de casa lo encontramos todo tapizado en blanco. Sales a la calle y ves la sonrisa en la cara de la gente: «¡por fin llegó!», escuchas. ¡Ahora sí!

Ya tenemos todos los ingredientes, sigue nevando, el manto engorda, empieza a ser esquiable, la estación abre sus remontes, la gente llega al valle, en pocos días parece que el espíritu del valle se llena de emociones. Para quien le guste tenemos la estación de Baqueira, con sus remontes y pistas de esquí, pero para los más exigentes, para aquellos que fueron a buscar la aventura y la paz a la montaña, también se nos abre un mundo maravilloso si desde lo alto de los remontes de Beret, nos tiramos hacia el Valle de Marimanya, gran desconocido para la mayoría pero donde podremos encontrar unas condiciones de nieve increíble incluso después de semanas de la última nevada. Para terminar el día haremos una última remontada de 30 minutos que nos dejará en lo alto de las «palas des Gavetxs» totalmente orientadas al Norte y con nieve espectacular que esquiaremos  sin problema hasta el cálido refugio de Montgarri. Aquí nos alojaremos y pasaremos la noche con todas las comodidades necesarias.  Nos repondremos de este día de gloria con buen producto de la zona, carne a la brasa y todo lo que necesitemos para recuperar las fuerzas.

A la mañana siguiente ascenderemos al Tuc de Parros, un clásico pico para el esquí de montaña, tras tomar un bocado en su cumbre, bajaremos por su cara suroeste, remontaremos otros 30 minutos y descenderemos por un precioso valle hasta el parking de Beret que es donde empezo la aventura ayer.

Casi siempre es en los lugeres menos conocidos donde encontramos las mejores experiencias, y este es un claro ejemplo de ello, bien sea para trabajar o esquiar con amigos es un lugar que frecuento muy amenudo. Para garantizar el máximo disfrute de esta actividad invernal es imprescindible ir bien equipado con prendas cálidas, impremeable y técnicas, yo no tengo ninguna duda, voy a lo seguro y utilizo mis prendas +8000. Sobre mi piel como primera capa empleo la térmica GOURDON y las mallas GABARRO la chaqueta POTOSÍ rara es la vez que me la quito ya que transpira perfectamente durante la actividad, y si hace mucho frió para subir también me pongo el chaleco HEID con una increíble capacidad térmica. Para la hora del descenso en mi mochila nunca faltan la chaqueta de pluma CERREDO, y la chaqueta impermeable ANAPURNA.

Texto y fotos de Jon Diéguez, Huellas Blancas