Irán con esquís
1 marzo, 2022Estamos a mitad de la temporada invernal y cómo no, os hablaré sobre uno de los viajes que organizo con clientes por todo el mundo. En esta ocasión, vamos a recordar un precioso viaje con esquís a las montañas Irán, donde pocos se imaginan las enormes posibilidades de este espléndido país.
Dependiendo de la época del año, me dedico a buscar lugares en los que encontrar buena calidad de nieve o sin más, o donde podamos empaparnos de una cultura diferente. En febrero, las temperaturas en las montañas iraníes caen muy por debajo de los cero grados y, en consecuencia, podemos encontrar una de las mejores nieves del mundo.
Con varios días a -18ºC, es importante vestir con chaquetas con cuello alto, como la Annapurna de +8000, que te mantiene el cuello libre de nieve y viento.
Nuestro destino son las montañas Alborz, al norte del país, con innumerables cumbres que superan los cuatro mil metros, apenas conocidas. En este viaje nos acompañan Fidel Mendía, conocido fotógrafo de acción y bombero de profesión; Joseba Mitxelena, pister-socorrista de Formigal y compañero de faenas; Kaloyo, guarda del refugio Casa de Piedra y Bachimaña; y Gus, un clásico que no podía faltar en un viaje, con su buen comer, buen disfrutar y buen humor.
Para ello, utilizaremos un pueblo cercano a Dizin, una de las estaciones de esquí más grandes de la zona y desde donde podremos movernos gracias a nuestro contacto Hamid Shafaggi, recientemente titulado como el primer guía UIAGM iraní.
En la estación de esquí, nos sorprenderán las dimensiones de las pistas pisadas y la cantidad de terreno esquiable que existe, así como el nivel de esquí de los profesores de la zona y la habilidad de los locales.
Pese ser un país en el que el jefe de Estado es un ayatolá y las mujeres deben llevar velo, en el esquí/snow, esta premisa parece desaparecer. ¡Tanto hombres como mujeres son iguales! Todos bajo los mismos atuendos: gafas de ventisca, gorro, casco… ¡¡Parece que es uno de los lugares que une a los dos géneros!!
No voy a entrar en detalles de todas las montañas que ascendimos, y descendimos, pero os adelanto que es toda una experiencia y además, es un lugar en el que podréis degustar una de las mejores cocinas del mundo, respirar una pequeña gota de lo que fue el imperio Persa, admirar las impresionantes ciudades de Isfahán, Persépolis o Teherán y sobrecogeros ante dos enormes cordilleras: el Alborz y los Zagros.